jueves, 17 de noviembre de 2011

Ghana, el basuero del mundo.

Pocas cosas son las que me impactan. Una de ellas es un documental de televisión: “Comprar, tirar, comprar”, producido por TVE/CRTVE. Hago referencia a él porque vuelve a estar de actualidad. Merecidamente (en mi opinión) ha recibido el Premio Ondas “Internacionales Televisión”, que se entrega el próximo día 30 de noviembre.


Hablemos de ingeniería optimista para el medio ambiente.
El desarrollo del reportaje se apoya en diferentes situaciones y acontecimientos.  Os invito a detener vuestra atención en uno de ellos: “Ghana, el basurero del mundo”.

Os cuento un poco de lo que habla:

_ ¿A dónde van a parar los aparatos eléctricos y electrónicos que se retiran? Resulta realmente impactante comprobar que el tercer mundo es, una vez más y por paradójico que parezca, el gran perjudicado.

_ A Ghana concretamente llegan en contenedores residuos de aparatos electrónicos, camuflados como de segunda mano, que acaban en vertederos por todo el país. Las imágenes resultan espeluznantes: el paisaje que, según cuentan, estaba dominado por un río lleno de vida, ahora está monopolizado por montones y montones de chatarra. Son incapaces de tratarla. ¿Es este el mundo que queremos dejar en herencia para nuestros hijos? ¿Alguien se cree que esto acabará aquí?

Hablemos de soluciones.

__ Obviamente, no vamos a resolver el mundo desde aquí, pero sí somos responsables de nuestro entorno inmediato y sobre él sí podemos actuar.

__ Propongo seguir el modo de actuar planteado en las Agendas XXI locales: “Piensa globalmente, actúa localmente”.

 __  ¿Qué es lo que YO puedo hacer?

1) En primer lugar, justificar la adquisición de electrodomésticos y similares por la necesidad que tengamos de los mismos, no por la “felicidad” que provoca la compra de los mismos (me estoy acordando de una conocida cafetera que me regalaron porque su café tiene más glamour (y reconozco que sabor también) que la mía de goteo antigua (¡Cuando aún funcionaba!).

2) En segundo lugar, comprobar que los nuevos aparatos disponen de la “ecoetiqueta”, que evalúa los efectos medioambientales de un producto a lo largo de su ciclo de vida.

3) En tercer lugar, depositar los aparatos antiguos en el punto limpio que corresponda a nuestro domicilio, confiando en que los centros de tratamiento procedan a darles un final apropiado: reutilización, reciclado, valorización energética o eliminación de forma segura.

__ ¿Y desde la ingeniería? (Por ejemplo desde los centros de tratamiento) No me cansaré de repetirlo: campañas de concienciación para los usuarios, campañas de recogida de aparatos y enseres. Y por supuesto, rigor en el cumplimiento de la legislación vigente.


Tanto este tema, como el reportaje de televisión citado (que recomiendo no os perdáis), dan para mucho (y para muchos otros temas). Si os parece, nos quedamos por hoy con esta pequeña reflexión.


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