martes, 15 de mayo de 2012

Planeamiento hidrológico I: La política del agua

¿AGUA PARA TODOS?

El Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha anunciado (…) un "nuevo Plan Hidrológico Nacional" que garantice el suministro de agua en "calidad y cantidad suficiente", de forma "integral y solidaria" en todo el territorio nacional, tanto para las necesidades humanas como las del mantenimiento de los ecosistemas.
El Mundo. 1 de febrero de 2012.

-          ¿Es necesario un nuevo Plan Hidrológico Nacional (PHN) con cada Presidente del Gobierno? ¿Por qué genera tanta polémica la política del agua?
-          ¿Por qué son tan conflictivos los trasvases del Tajo al Segura?
-          ¿Cómo se riega en la Cuenca del Segura?
-          ¿Cuánto se paga por el agua?

Hoy, en Ingeniería para Optimistas, analizaremos otro tema de actualidad: la política del agua.  En la anterior legislatura estatal saltó el debate a la calle “¿Trasvases o desalinizadoras?”, o mejor dicho, un mal debate, porque parece que según a quién votaras debías decantarte por una u otra opción.  Otra vez, con el reciente cambio de Gobierno, vuelve a plantearse la misma dicotomía entre los ciudadanos “de a pie” y para ellos está dirigido este artículo.  Veremos el problema desde el interior: cómo se vive la escasez del agua para los agricultores de la Cuenca del Segura y cómo funciona el reparto de este recurso entre las distintas comunidades de regantes.
Imagen 1: Detalle de riego por goteo en parcela ajardinada.
Fuente: www.interempresas.net


PRIMERA PARTE:  PLANEAMIENTO HIDROLÓGICO I: LA POLÍTICA DEL AGUA.


LA NECESIDAD DE REGULAR SOBRE LOS RECURSOS HÍDRICOS

            La propia diversidad geográfica entre las regiones españolas, principalmente relativa a orografía y climatología, provoca desequilibrios en cuanto a la disponibilidad natural de los recursos hídricos.  (Como ejemplo: Galicia sería excedentaria de agua y, en cambio, Murcia sería deficitaria).

Con el fin, entre otros, de garantizar el aporte de agua a las regiones deficitarias de agua (aquellas cuya escasez compromete su desarrollo económico) el Gobierno Estatal establece un PLAN HIDROLÓGICO NACIONAL (PHN), con unos objetivos determinados y con asignación de partidas presupuestarias para ser cumplidos en un período determinado (que suele ser de ocho años).

Hasta ahora, con cada cambio de presidente de Gobierno se ha ido cambiando la estrategia en política del agua y siempre ha habido importantes desacuerdos entre los distintos agentes intervinientes (partidos de la oposición, comunidades autónomas, comunidades de regantes o ecologistas).


      El Plan Borrell (1994) no llegó a aprobarse:

      El Plan Hidrológico Nacional de 2001 fue derogado recién iniciadas las obras:

      El Programa AGUA no está dando los resultados esperado a los agricultores:

      El nuevo gobierno está preparando un nuevo PHN al que le piden que elimine “las tensiones territoriales”.
o    http://www.diarioinformacion.com/alicante/2012/01/13/comunidad-pide-plan-nacional-agua-tensiones-territoriales/1211156.html



¿Por qué se genera tanta controversia?

1.     En primer lugar,  porque las necesidades de agua no van asociadas sólo a la agricultura, sino también a la demografía, lo que ha suscitado mayores reticencias por parte de algunas regiones a la hora de consensuar un Pacto del Agua que derive en un PHN equilibrado.
      Las regiones del sureste español han sido unas de las que han recibido mayores críticas, precisamente unas de las zonas más deficitarias hídricamente y en las que, por el contrario, el boom urbanístico de principios de la era 2000 tuvo mayor incidencia, con el consiguiente incremento del número de habitantes y de la demanda de recursos.

2.     En segundo lugar porque, conforme van pasando los años y debido al cambio climático, cada vez la sequía va afectando cada vez más a todas las regiones, incluso a las excedentarias de agua.  Ya no se trata de disponer de agua suficiente para abastecer a la población o a los cultivos, sino que además deben protegerse los ecosistemas.

3.     Y por último, porque la política del Agua en España ha ido modificando sucesivamente tanto sus objetivos, como los medios empleados para lograrlos.  Ni el Plan Hidrológico de Borrell, (anteproyecto de 1994), ni el de Aznar (2001), se llevaron a efecto y el de Zapatero (2005) pronto se verá sustituido por el de Arias Cañete. 


UN POCO DE HISTORIA: PRINCIPALES ACTUACIONES EN POLÍTICA DEL AGUA.
 (Exposición basada en la ponencia de D. Manuel Menéndez Prieto en el Colegio Libre de Eméritos “Política del agua en España: principales actuaciones desde 1996”).

Las distintas políticas relativas al agua han ido evolucionando a causa, no sólo a los partidos que han gobernado en las últimas legislaturas, sino también por un contexto institucional, legislativo y económico mucho más cambiante de lo que, en principio, podría preverse.


1- PHN DE 1994 (equilibrio hidráulico entre cuencas).

    Surgió como respuesta a una sequía generalizada (1990-1995) que no puedo afrontarse con eficacia, y que llegó a afectar, con cortes de agua en las grandes ciudades y restricciones en los regadíos, a más de un tercio de la población española.

    Se basaba en el SIEHNA (Sistema Integrado de Equilibrio Hidráulico Nacional), una apuesta por el equilibrio hidráulico del país, mediante transferencias de caudales (con un volumen total de unos 3.000 Hm3/año) de cuencas excedentarias a otras deficitarias, invirtiendo para ello en una red de trasvases que preveía estar acabada en 2012.
      Desde la desembocadura del Ebro hacia Cataluña, Valencia, Murcia y Almería.
      Desde el Norte y el Duero hasta la cabecera del Tajo.
      Guadiana-Guadalquivir.
      Y Sur-Guadalete-Barbate.

    Primer inconveniente: su aprobación se tuvo que posponer por una incoherencia con la Ley de Aguas.
      Previamente a su definición debían aprobarse los planes de cuenca y otros planes sectoriales, entre ellos, el Nacional de Regadíos. (Según la Ley, el PHN no es un marco de referencia de planes, sino un instrumento de coordinación de los mismos).

    Segundo inconveniente: Como contrapartida al trasvase que se estaba planteando desde la Cuenca del Ebro, en junio de 1992, las Cortes de Aragón aprobaron el “Pacto del Agua de Aragón” cuyo objeto era garantizar el agua dentro de la propia comunidad autónoma, destacando la construcción de cinco embalses y el recrecimiento de otro, algunos de ellos ya finalizados y otros actualmente en obras (por cierto, no exentos de polémica por las denuncias de diversos grupos ecologistas).


2- PHN DE 2001 (trasvase del Ebro).

    En el período 1996-2000 se crea el Ministerio de Medio Ambiente, que trajo como consecuencia la consideración independiente de la política del agua, de la de fomento de las obras públicas, siendo imprescindible para ello la aprobación de los planes de cuenca.
      Los planes hidrológicos de cuenca (PHC) se aprobaron en 1998 y 1999, definiendo, tal y como establece la Ley de Aguas, las normas básicas que debían regir la protección de las aguas y la concesión de sus derechos de uso.

    En el período 2000-2004 se aprueba el Plan Hidrológico Nacional y se adapta la Ley de Aguas a la nueva legislación europea.

1.     En 2001 se aprueba en el Parlamento el PHN con el fin de trasvasar unos 1.000 Hm3/año desde la desembocadura del río Ebro hacia Cataluña y hacia las cuencas del Júcar, Segura y Almería.
      En su listado de obras incluía la mayoría de las previstas en el Pacto del Agua de Aragón, así como la realización de un Plan Integral del Delta del Ebro para asegurar que el trasvase no afectaba a sus condiciones ecológicas.
IMAGEN 2: Desembocadura del río Ebro.
FUENTE: Google.
2.     En 2003 se llevó a cabo la transposición de la Directiva Marco del Agua (Directiva 2000/60/CE), según la cual, la prioridad de la política del agua deja de ser la satisfacción de las demandas y obliga a la protección de los ecosistemas asociados a las aguas superficiales y a que se evite la sobrexplotación de aguas subterráneas.



3- PHN DE 2005 (desalinizadoras).

    En el período 2004-2008, el nuevo gobierno deroga parcialmente el Plan Hidrológico Nacional anterior, junio 2005, sustituyendo el trasvase del Ebro por otro tipo de obras que incluían principalmente estaciones depuradoras de aguas residuales, estaciones de tratamiento de aguas, un nuevo Plan Integral del Delta del Ebro y, concretamente para las cuencas mediterráneas, un ambicioso programa de plantas desalinizadorasActuaciones prioritarias y urgentes en las cuencas mediterráneas” (A.G.U.A).
      En esta nueva Ley también se introdujo la exigencia de que antes de la aprobación de un plan urbanístico fuera comprobada la disponibilidad de los recursos hídricos, la obligatoriedad de la realización de estudios de viabilidad y de coste-beneficio para que una obra fuera declarada de interés general o la exigencia de mediciones precisas de los consumos de agua.
      Paralelamente, también se impulsó una nueva modificación de la Ley de Aguas, mediante la cual se pretendía establecer un nuevo reparto de las competencias relacionadas con las políticas del agua, reforzándose el papel de las comunidades autónomas.

El siguiente cuadro recoge un resumen de los presupuestos dedicados a distintos tipo de nuevas infraestructuras para cada uno de los planes hidrológicos nacionales hasta el momento:
IMAGEN 3: Comparación de inversiones
FUENTE: Ponencia (arriba citada) de D. Manuel Menéndez Prieto

















    En el período 2008-2012, se fusionan los Ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura, cobrando ésta un mayor peso en la política del agua.  Desde entonces, se recalca que la agricultura es la mayor demandante de agua en España y pasan a ser prioritarios la consecución de unos precios del agua asumibles por los regantes o el aumento de las inversiones en infraestructuras de regadíos.  El programa AGUA se abandona y se sustituye por una serie de planes de infraestructuras específicos.
      El más ambicioso de estos planes es el Plan Nacional de Calidad de las Aguas, relativa al tratamiento de las aguas residuales urbanas, clave para el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua impuesta por Europa.
      Este plan se completó con El Plan Nacional de Reutilización, que preveía, en 2015, alcanzar un volumen de reutilización anual de unos 1.000 Hm3/año, algo más del doble del volumen de aguas reutilizadas en la actualidad.
      Otro de los planes prioritarios comprendía la estrategia de modernización de regadíos.  Su origen se remonta al año 2006, en el que, por primera vez, la superficie de riegos localizados (goteo, aspersión) en España superó a la del riego por inundación “a manta”.



4- Perspectivas actuales


    En cuanto a los Planes de Infraestructuras, éstos fueron proyectados para una vigencia de ocho años (2008-2015), habiéndose reservado para ellos una disponibilidad presupuestaria que parece que con el gobierno actual sigue siendo anualmente asumible, incluso con los recortes obligados por la crisis económica.

    En cuanto a las desaladoras, su construcción se está viendo obstaculizada porque su disponibilidad presupuestaria está condicionada por la financiación europea (que no llega hasta el final de las obras) y por las aportaciones de los usuarios (algunos ayuntamientos que habían suscrito convenios con las Sociedades Estatales de Aguas, renuncian a las desaladoras por haber visto ahora muy reducidas sus expectativas de crecimiento urbano).

    Tampoco hay que olvidar los conflictos de competencias, puesto que algunas comunidades autónomas han reclamado las competencias exclusivas de ríos cuya superficie de cuenca les pertenece en un alto porcentaje.
      De hecho, en 2007, las competencias en materia de agua del río Guadalquivir se traspasaron a la Junta de Andalucía, y Castilla y León reclamó competencias exclusivas en el río Duero. (En marzo de 2011, sendas sentencias del Tribunal Constitucional anularon las previsiones que sobre la materia contemplaban los estatutos de ambas comunidades autónomas.

    Los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, en los últimos años, vienen propugnando un “Pacto del Agua”, y muestra de ellos son las manifestaciones al respecto de los dos últimos ministros:

      La Ministra Aguilar, en la última sesión celebrada del Consejo Nacional del Agua, en marzo de 2011, habló de un Pacto del Agua que “permita consensuar los contenidos de los planes hidrológicos y que se base en el máximo acuerdo entre administraciones y en la transparencia y participación ciudadana”.
      El Ministro Arias Cañete, en la comparecencia que realizó en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso, en febrero de 2012, manifestó: “Con el objetivo de asegurar el suministro de agua en suficiente cantidad y calidad, con el acuerdo y apoyo solidario de todas las Comunidades Autónomas, abordaremos el Pacto Nacional del Agua. Este pacto será de larga duración y tendrá un carácter estratégico y vertebrador para todo el territorio nacional. Resultado de este Pacto Nacional será la propuesta de un nuevo Plan Hidrológico Nacional que contemple los acuerdos del Pacto y materialice sus objetivos. Este nuevo Plan Hidrológico tendrá en cuenta todas las tecnologías e infraestructuras existentes. El Plan propondrá la construcción de nuevas infraestructuras hidráulicas de manera que se asegure la eficiente gestión del recurso, el aumento de caudales en zonas con actual déficit hídrico y el abastecimiento a precios razonables para cada uso.”




En las siguientes publicaciones nos adentraremos en un antiguo trasvase que todavía hoy es clave para el desarrollo de sureste español, el Tajo-Segura, y no nos olvidaremos de las desaladoras, de cómo están funcionando las ya construidas.  En definitiva, conoceremos desde dentro cómo se enfrenta un agricultor ante la escasez de agua y los medios con que cuenta para ello.



ANEXO:

Pensando principalmente en los lectores que me siguen desde fuera de España, a los que agradezco su interés, he preparado un esquema del contexto político en el que han tenido lugar las distintas actuaciones en materia de planificación hidrológica, que espero les ilustre el contenido.